Monumento Al Ballet Nacional

Monumento al Ballet Nacional:

El monumento representa a las primeras figuras de baile Norma Fontanela y José Neglia ejecutando un paso de baile.
La figura de los bailarines está realizada en bronce. Sobre una base rectangular se ideó un conjuntos de tres fuentes circulares de mampostería y granito rojo, luciendo una batería de agua, que iluminadas desde abajo, debían subir y bajar al compás de la música.
Para que se destacara mejor, el artista ubicó sobre una plataforma circular (a modo de escenario) la figura de los bailarines en medio de la fuente.
Este homenaje al ballet Nacional se realiza ya que el 10 de Octubre de 1971 a las 7 de la tarde, un avión tenia como objetivo llevar a casi la totalidad del cuerpo de baile del teatro Colón hasta la cuidad de Trelew, en un viaje que formaba parte de un plan cultural auspiciado por la firma Pepsi cola. Se embarcaron las primeras figuras Norma Fontanela y José Neglia y sus compañeros de cuerpo de baile Rubén Stanga, Marta Raspanti, Margarita Fernández, Carlos Santamarina, Antonio Zambrana, Carlos Schiaffino y Sara Boschovsky.
La ultima actuación que realizaron ese mañana del accidente fue en el teatro Coliseo, donde bailaron por última vez “la muerte del cisne”.
El avión levanto vuelo y a los pocos minutos con los motores plantados, se precipito al Río de la Plata a 1500 metros de la Avenida Costanera.
Cuando 14 horas después el avión fue reflotado en su interior estaban los cadáveres de los bailarines. Fue un duro golpe para la gente; la opinión publica se conmovió con la tragedia que acabo con vidas tan jóvenes y talentosas. Poco tiempo después, la firma Pepsi cola, propuso levantar este monumento. El 2 de agosto de 1972 fue destinado a la Municipalidad un sector de la “Plaza General Lavalle” para la construcción del mismo.
Todo se realizó rápidamente y el monumento fue inaugurado el 10 de Octubre de 1972.
Al recordarse un año del accidente se coloco una placa donde se puede leer la siguiente frase:
“Nos detuvimos a envolvernos de luz, a bañarnos en el color de las frondas, a recomponer en movimientos y gestos, la constante maravilla de la creación y aquí queremos permanecer, bajo este cielo, estos árboles y esta intensidad que no nos olvidan y que no olvidamos”.
Fue ubicado espacialmente es este lugar, en diagonal al Salón Rosado del Teatro Colón, donde fueron velados los cuerpos.